11 de junho de 2013

UMA REVOLUÇÃO JOVEM E COM NOME DE MULHER

TURQUIA:  Prossegue a grande insurreição popular!

Mujeres e hinchas de fútbol marchan en Turquía contra el gobierno

Miles de ciudadanos de todo tipo y condición, desde simpatizantes de organizaciones feministas a hinchas de fútbol, vuelven a reunirse hoy sábado en la céntrica plaza de Taksim de Estambul, epicentro de las protestas antigubernamentales que desde hace diez días sacuden Turquía.
 8 de junio 2013

Pasado el mediodía, numerosas organizaciones feministas se dieron cita en la cercana calle Istiklal para iniciar una marcha "por una vida sin abusos y sin Tayyip", en referencia al primer ministro, Recep Tayyip Erdogan.

Las mujeres se mantienen en la primera fila de las protestas desde que éstas se iniciaron, el martes 28 de mayo, en defensa de un parque público de Estambul, aunque pronto se convirtieron en un movimiento de crítica al estilo autoritario del gubernamental Partido Justicia y Desarrollo (AKP), islamista moderado.

Además, las hinchadas de dos de los tres clubes de fútbol más importantes de Estambul, el Fenerbahce y el Besiktas, anunciaron que se reunirán al atardecer en la plaza, hacia la que marcharán desde sus respectivos estadios, informó la agencia EFE.

Los hinchas reemplazarán en parte la presencia de los estudiantes universitarios, que normalmente son el grueso de ocupantes de la plaza, pero que hoy están ocupados en una jornada de exámenes.

08/06/13 - 08:57 Internacionales

Miles de manifestantes siguen movilizados en Turquía contra primer ministro
Miles de turcos volvieron a salir a las calles este sábado para unirse a las masivas manifestaciones contra el gobierno, un desafío directo al primer ministro Recep Tayyip Erdogan, quien llamó al cese de las protestas, inéditas desde que llegó hace una década al frente del gobierno.

POR AGENCIA AFP Turquía

ESTAMBUL.- Temprano por la mañana, los manifestantes comenzaron a llegar a la plaza Taksim de Estambul, el epicentro de la protesta, con comida y mantas, dispuestos a pasar otro fin de semana de protesta, sumando carpas al famoso parque Gezi, cuya anunciada destrucción ha provocado la peor crisis política desde que llegó al poder el gobierno islamista conservador en 2002.

"Hace una semana jamás podría haberme imaginado durmiendo en las calles de Estambul", dijo Aleyna, una manifestante que pasó la noche a la intemperie.

"El primer ministro intenta todos los días dividir a la población. Sólo habla de su 50% (el 50% de los electores votaron por su partido en 2011) y actúa en contra de la otra mitad", lamentó Eroy Dilek, un estudiante de 21 años que promete que los manifestantes "regresarán aquí todos los días hasta que renuncie" Erdogan.

Todo el fin de semana están previstas nuevas manifestaciones y concentraciones en los principales focos de las protestas, en Estambul, Ankara e Izmir (oeste).

Los manifestantes critican al primer ministro por su ejercicio autoritario del poder y lo acusan de querer islamizar la sociedad turca.

Criticado en su país, así como en el extranjero por la brutalidad con la que la Policía reprimió a los manifestantes, Erdogan suavizó el viernes el discurso de firmeza que mantenía desde hace varios días contra los manifestantes, a los que calificó a menudo de "vándalos" o "extremistas".

"Estamos en contra de la violencia, el vandalismo y las acciones que amenacen a los otros en nombre de la libertad", declaró en un foro internacional en Estambul, añadiendo que recibirá a todos los que "vengan con exigencias democráticas".

En esta misma conferencia, el comisario europeo a cargo de la Ampliación de la UE, Stefan Füle, denunció "el recurso excesivo a la fuerza".

En el mismo sentido, la canciller alemana, Angela Merkel, la Federación Internacional de Periodistas o la Federación Internacional de Derechos Humanos denunciaron la brutalidad policial.

En respuesta, el primer ministro turco reaccionó y denunció el "doble discurso" de los países occidentales hacia su país. "En cualquier país de Europa, cuando hay una protesta violenta contra un proyecto de demolición de este tipo, créanme, los que están implicados son reprimidos aún con más severidad", dijo citando Grecia, Francia o Alemania.

Según el último balance publicado por el sindicato de médicos turcos, debido a las protestas han muerto dos manifestantes y un policía y  cuatro mil 785 personas han resultado heridas.

Este sábado, el primer ministro debe reunirse con la dirección de su partido, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), en un encuentro programado que en esta ocasión se llevará a cabo en Estambul.

Las Protestas Turcas Entran en su Noveno Día
Miles de turcos indignados tomaron las calles del país el sábado para unirse a las grandes protestas contra el gobierno y desafiar al primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, que pidió la víspera el fin de la peor ola de protestas que ha vivido el país en la década de su gobierno.
Desde la mañana temprano, los manifestantes comenzaron a llegar a la Plaza Taksim de Estambul con comida y mantas para quedarse allí todo el fin de semana, uniéndose así a la ciudad de tiendas que se ha instalado en el Parque Gezi, situado cerca de la plaza.
También hay planeadas manifestaciones en la capital, Ankara, mientras las protestas entran en su noveno día.
Erdogan pidió el viernes el inmediato fin de las manifestaciones diciendo que su gobierno estaba abierto a las “demandas democráticas” pero insistió en que las protestas estaban “bordeando el vandalismo”.
Sus comentarios se producen en un momento en el que la policía turca ha sido criticada duramente por utilizar una fuerza excesiva contra las protestas pacíficas, con un saldo de tres muertos y miles de heridos, algunos graves.
Las protestas dieron inicio cuando la policía reprimió duramente una pequeña protesta que buscaba salvar el Parque Gezi de la demolición. Esto dio lugar a una campaña nacional de protestas contra Erdogan y su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), que ha ido convirtiéndose en cada vez más autoritario.

Erdogan y sus idas y vueltas: ahora dice que escuchará las “exigencias democráticas”
La UE advierte a Turquía contra el uso excesivo de la fuerza y exige que se investigue la violencia

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan. / REUTERS - LIVE!

En un claro ejemplo de su impulsivo talante político, el primer ministro turco, el islamista moderado Recep Tayyip Erdogan, dio este viernes marcha atrás a sus amenazas. El intransigente mensaje lanzado a primeras horas de la madrugada contra los indignados turcos para que abandonen sus protestas fue modulado horas después con una invitación a escuchar sus “exigencias democráticas”. La Bolsa de Estambul, que se había desplomado casi cinco puntos la víspera, cerró hoy sus sesiones con un alza del 3,2% tras el discurso conciliador del jefe del Gobierno. La presión de la Unión Europea, que transmitió a Erdogan su rechazo al excesivo uso de la violencia contra los manifestantes, también contribuyó a apaciguar los ánimos en Turquía, que ha vivido en la última semana la mayor revuelta ciudadana contra el poder desde hace una década.

Los gritos de “Aláhu akbar" (Dios es el más grande) y “Vamos a aplastar Taksim”, que se escucharon de madrugada entre la multitud en el aeropuerto Atatürk de Estambul, parecían estar finalmente dirigidos al consumo interno del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, en sus siglas en turco) ante la vuelta de su líder tras una gira por el Magreb. Más de 10.000 seguidores del partido de Erdogan que aguardaban su regreso aclamaron sus palabras, lanzadas desde lo alto de un autobús con el techo descubierto, contra los miles de indignados que acampan en el parque de Gezi y ocupan la plaza de Taksim en el centro de la ciudad. El discurso combativo del primer ministro al exigir el fin de las protestas parecía cerrar la vía del diálogo abierta por el viceprimer ministro Bülent Arinç al entrevistarse con representantes de los manifestantes.

Estambul amaneció este viernes ensombrecida por la amenaza de una escalada de crispación entre los partidarios del AKP, que obtuvo el 50% de los votos en las legislativas de 2011 y se mantiene en el poder desde finales de 2002, y el conglomerado civil de jóvenes, partidos laicos y organizaciones de izquierda que han impulsado las protestas en defensa del parque de Gezi y contra la violencia policial. El diario liberal Taraf, que se ha destacado por sus investigaciones de las tramas militares golpistas, no vacilaba en titular en su primera página: “Erdogan incendia Turquía”.

Pero el supuesto pirómano aprovechó su primer acto público del día para echar agua al fuego. “Estoy contra el terrorismo, la violencia, el vandalismo y las amenazas, pero estoy abierto a escuchar a quienes plantean exigencias democráticas”, proclamó Erdogan en la apertura de un foro sobre la UE en Estambul. El primer ministro aseguró que el proyecto de su Gobierno para la reforma del parque “solo afecta a una docena de árboles” y ya fue expuesto al público antes de las elecciones.

En el mismo foro e encontraba presente el comisario europeo para la Ampliación, Stefan Füle, quien advirtió al Gobierno turco de que “el uso de una fuerza excesiva contra manifestantes no tiene cabida en un país que aspira a ser miembro de la Unión”. La canciller alemana, Angela Merkel, había condenado poco antes la violencia policial contra el movimiento de los indignados en Estambul y otras ciudades de Turquía, que ha causado tres muertos y más de 4.300 heridos

“Turquía debe cumplir los máximos estándares democráticos e investigar y castigar los abusos policiales”, advirtió el comisario Füle ante Erdogan, quien se limitó a señalar que en otros Estados europeos, como Grecia, se han producido acciones contundentes de las fuerzas de seguridad y que su país había alcanzado en los últimos años los mayores niveles democráticos de su historia. También aprovechó la ocasión para criticar a Bruselas por la lentitud del proceso de negociaciones de adhesión de Turquía a la UE, abierto de 2005 y que apenas ha avanzado a causa de las trabas planteadas por Francia y Alemania y los continuos vetos de Chipre.

Ajenos al intercambio de reproches en el foro europeo de Estambul, los jóvenes indignados concentrados en Taksim se preparaban esta noche para una larga resistencia y a organizar las manifestaciones convocadas este fin de semana Un movimiento similar de ocupación y acampada en un parque de Ankara fue bloqueado ayer por la policía, que, sin embarpo, se ha ausentado de la plaza y el parque de Estambul donde estalló la protesta desde el pasado sábado. Los manifestantes han anunciado que solo se retiraran si el Gobierno anula su plan para la construcción de un centro cultural y comercial en la zona verde y pone en libertad sin cargos a decenas de jóvenes que aún siguen detenidos.

Pero el movimiento de los indignados turcos ya se ha extendido más allá de Estambul y ha trascendido sus iniciales reivindicaciones ciudadanas y medioambientales para convertirse en el primer frente de oposición significativa al que se enfrenta el AKP en diez años de poder casi hegemónico. Erdogan ha convocado en Estambul una reunión urgente de la cúpula de su partido para afrontar el reto.

Chávez, presente en Turquía




En las multitudinarias protestas en Turquía que comenzaron por el repudio de la sociedad a la eventual destrucción del parque Gezi y que luego se volcaron en contra del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, hubo una imagen que llamó la atención.

La lenta de un fotógrafo de Reuters retrató a un manifestante que vestía una remera negra con el rostro de... Hugo Chávez. Así, el recientemente fallecido presidente de Venezuela, hacía su aparición en medio de la crisis turca que lleva varios días de reclamos. Quizá el joven, de rodillas, siente admiración por el hombre que dejó su huella en la política venezolana y en todo el mundo.

En cuanto a Turquía, desde el pasado martes 28 de mayo un grupo de mujeres iniciaron las protestas, en defensa de un parque público de Estambul. Eso derivó en un movimiento de crítica al estilo autoritario del gubernamental Partido Justicia y Desarrollo (AKP), islamista moderado.

Los reclamos en Turquía contra el gobierno de Erdogan, entraron el pasado jueves en una nueva fase, con la movilización de decenas de miles de personas convocadas por dos importantes sindicatos, tras seis días de masivas manifestaciones en varias ciudades del país. Lejos de terminar, la crisis crece con los minutos.

En su defensa, Erdogan, aseguró que hay "terroristas" entre los manifestantes que protestan en las calles de Turquía e insinuó que no retrocederá en sus planes de demoler el parque Gezi, origen de la actual crisis, que ya dejó cuatro muertos y 4.000 heridos. (Por C.S.)

TKP (Partido Comunista): "Esto es un levantamiento del pueblo. El pueblo está enfadado"

  1. Un contenedor quemado durante el quinto día de protestas en Estambul contra el gobierno turco. El Ejecutivo turco cifró en más de 70 millones de liras turcas (unos 30 millones de euros) los daños materiales causados en los cinco días de protestas antigubernamentales, que han dejado ya dos muertos y más de 1.500 heridos. YANNIS BEHRAKIS (REUTERS)
  1. Un manifestante devuelve un gas lacrimógeno disparado por policías antidisturbios, cerca de la plaza de Taksim, en Estambul. Sedat Suna (EFE)
  1. Jóvenes lanzan objetos a la policía turca en Ankara, 3 de junio de 2013. La virulencia de los enfrentamientos entre Policía y manifestantes ha llevado al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, a hacer un llamamiento a la "calma" y a pedir a la población que no se deje provocar por los "elementos extremistas" UMIT BEKTAS (REUTERS)
  1. Manifestantes tras una barricada colocada en un barrio de Ankara (Turquía). Las principales universidades turcas han anunciado el aplazamiento de los exámenes de fin de curso debido a las multitudinarias protestas que se están produciendo en Turquía en los últimos días para protestar por la represión de la Policía contra los manifestantes.
    UMIT BEKTAS (REUTERS)
PROTESTAS EN TURQUÍA
Los indignados turcos bajan los humos a Erdogan
El Gobierno turco recibe a los líderes de los manifestantes, que le exigen que frene la demolición del parque y que destituya a los policías que ordenaron la represión


Tres mujeres hacen el signo de la victoria en Ankara este miércoles. / ADEM ALTAN (AFP)

Un grupo que representa a algunos de los primeros manifestantes que se opusieron a la destrucción de un parque en el centro de Estambul ha comunicado sus demandas al viceprimer ministro turco, Bülent Arinc, que los recibió ayer en Ankara. Mantener el parque de Gezi como una zona verde y detener su transformación en centro comercial. No demoler el Centro Cultural Ataturk, situado en la plaza de Taksim y adyacente al parque. Investigar y expulsar del cuerpo a los policías responsables de la violencia. Prohibir el uso de gases lacrimógenos. Poner en libertad a los manifestantes detenidos. Eliminar todos los obstáculos que impiden la libertad de expresión.

Este es el memorial de demandas que la Plataforma de Solidaridad con Taksim ha transmitido al viceprimer ministro. En un significativo paso atrás de su Gobierno, Arinc pidió disculpas el martes a quienes iniciaron la protesta en el parque. Y lo hizo como primer ministro en funciones. El jefe del Gobierno, Recep Tayyip Erdogan, que se encuentra en el norte de África en viaje oficial, ha mantenido una retórica mucho más dura contra los indignados que han tomado las calles, que exigen al unísono su dimisión.

La plataforma que se presentó en Ankara agrupa a unas 80 ONG y colectivos, algunos de los cuales participaron en las sentadas originales que se iniciaron el pasado 27 de mayo para intentar evitar la destrucción del parque de Gezi, según explica Betul Tanbay, doctora en Matemáticas y una de las fundadoras del movimiento.

La violencia policial contra los activistas que protestaban en el parque provocó que miles de personas acabaran ocupando espontáneamente la zona verde y la plaza de Taksim en el centro de la parte europea de Estambul. “El destino de las protesta depende ahora de los próximos pasos que dé el Gobierno”, anunciaron los miembros de la plataforma tras reunirse con Arinc.

“Ellos empezaron con la iniciativa sobre el parque, pero ahora esto ha ido mucho más allá, la gente está muy enfadada con el Gobierno”, reflexionaba Efe Potoy, un cocinero de 30 años que se unió el sábado a las protestas y que se mantiene entre los ocupantes del parque de Gezi. A su espalda, un enorme grupo de gente cantaba, “Erdogan istifa! (¡Erdogan dimisión!)”, que se ha convertido en el lema más repetido por los manifestantes.

Aunque la mayoría se muestra de acuerdo con las exigencias de la plataforma, los manifestantes de Gezi Taksim que han tomado las calles van más allá y exigen la dimisión del primer ministro antes de poner fin a las protestas. Este miércoles se sumaron a su movimiento centenares de trabajadores del sector público en huelga.

“Nadie puede detener las protestas, lo que decimos es que Erdogan debe marcharse”, resumió en este sentido Tamer Dogan, un abogado de 35 años que ahora participa como voluntario en una biblioteca el Parque Gezi. “La protesta empezó aquí en Taksim, pero ahora también está en Ankara, en Esmirna, en Adana… Está en toda Turquía y es sobre democracia”.

Miles de personas seguían ocupando anoche Gezi y Taksim, cuyos accesos permanecen cerrados por barricadas, en un ambiente de fiesta y celebración, mientras las protestas continúan atrayendo apoyos. El premio Nobel de Literatura turco, Orhan Pamuk, expresó en un comunicado su solidaridad con los manifestantes, a los que calificó de “esperanza de futuro” frente a un Gobierno “represor y autoritario”.

Sin embargo, los choques entre manifestantes y policías antidisturbios continuaron durante la noche del martes al miércoles en la zona de Dolmabahçee, en Estambul, donde Erdogan tiene su oficina en la ciudad, y en otros lugares como la plaza de Kizilay de Ankara, cerca de la sede del Gobierno. La Asociación Médica Turca confirmó el miércoles la tercera muerte que se ha producido durante las protestas. Ethen Sarisuluk, que la asociación describió como un “activista”, falleció a consecuencia de las heridas que sufrió en la cabeza durante las manifestaciones en Ankara.

En total, más de 4.000 personas han resultado heridas en todo el país, según la Plataforma de Solidaridad con Taksim, y más de 3.300 han sido detenidas por la policía, según la Asociación de Derechos Humanos de Turquía.

Las protestas han dado también un salto al ciberespacio con la detención de decenas de jóvenes en Esmirna, acusados de “incitar a causar disturbios” a través de Twitter. Por su parte, los grupos de hackers Anonymous y el Ejército Electrónico de Siria (SEA, por sus siglas en inglés) han llevado a cabo ataques contra las páginas web del Gobierno y aseguran que han robado información.

El pasado día 2, Anonymous anunció en un vídeo que iba a atacar las páginas web del Gobierno turco en apoyo a los manifestantes. Por su parte, el SEA es leal al presidente sirio Bachar el Asad, mientras que Turquía ha dado su apoyo a los rebeldes enfrentados a Damasco desde el inicio del conflicto en el país vecino en marzo de 2011.

Protestas en Turquía

Erdogan desafía a los indignados al vincularlos con el terrorismo
Erdogan afirma que seguirá adelante con sus planes y que entre los manifestantes hay terroristas
Los ocupantes del parque de Estambul se organizan en una pequeña ciudad de tiendas de campaña


Arrogante, ungido por tres victorias electorales consecutivas, Recep Tayyip Erdogan regresó anoche a Turquía como un sultán de inapelable poderío. Antes de que su avión aterrizara en el aeropuerto Atatürk de Estambul, el primer ministro advirtió en Túnez, última etapa de su gira oficial por el Magreb, que no cederá ni un palmo de césped en los planes para construir un centro comercial en un parque de la ciudad del Bósforo, y vínculo al movimiento ciudadano contra el proyecto —que ha protagonizado la mayor protesta popular registrada en sus más de 10 años de mandato— con elementos terroristas de la ultraizquierda turca. Ya en la terminal área de la ciudad del Bósforo miles de sus partidarios le aguardaban, en contra de la consigna oficial de calma del partido en el poder, coreando cánticos de apoyo. "Estamos dispuestos a morir por ti, maestro", le gritaban. Mientras en el centro de la ciudad, una masa de opositores a su política exigía su dimisión en un tono festivo y reivindicativo. Subido en el techo de un autobús, Erdogan llamó a la unidad y hermandad de sus seguidores en un mensaje apaciguador, pero también exigió "el fin de las manifestaciones violentas". Turquía nunca parecía haber estado tan dividida desde el golpe de Estado de 1980.

Partidarios de Erdogan esperan su llegada en el aeropuerto de Estambul. / OZAN KOSE (AFP)

“Nuestro proyecto en la plaza de Taksim conjuga la preservación de la naturaleza y del patrimonio histórico”, aseguró Erdogan en Túnez para defender la construcción de un centro cultural y comercial en un edificio inspirado en el antiguo cuartel otomano sobre cuyo solar fue creado el parque de Gezi. El primer ministro también declaró que algunos de los detenidos en las protestas están vinculados al Partido Revolucionario para la Liberación del Pueblo, un grupo ilegal de extrema izquierda acusado del ataque cometido el pasado 1 de febrero contra la Embajada de Estados Unidos en Ankara, en el que murieron un guarda de seguridad y un asaltante. “Quienes se preocupan por el medio ambiente deben saber que [algunos participantes en las protestas] están condenados por terrorismo”, afirmó.

El mensaje intransigente de Erdogan provocó poco después un desplome de la Bolsa de Estambul, que cerró con una caída del 4,7%, y de la lira turca, que se hundió hasta su cambio más bajo de los últimos dos años con el euro y el dólar.

Durante la ausencia del primer ministro, el presidente de la República, Abdulá Gül, y el viceprimer ministro Bülent Arinc, se habían mostrado apaciguadores —el segundo recibió el miércoles en Ankara a representantes del movimiento en defensa del parque de Gezi— para intentar apagar el incendio provocado por las descalificaciones lanzadas por el jefe del Ejecutivo contra los indignados antes de su partida. Les llamó çapulcu, un término peyorativo turco que equivale a “merodeador sin domicilio fijo”, y que bien podría traducirse por “perroflauta”.

Pero Erdogan no pareció hacer caso de los llamamientos a la calma. Incluso el líder espiritual del islamismo político turco, Fetulá Gülen, le advirtió desde las páginas del diario Today´s Zaman de que debía tener en cuenta la opinión de los manifestantes y actuar “con moderación e inteligencia”. La aparente brecha abierta por el conflicto de Taksim entre Erdogan y Gül, cofundadores del AKP, amenaza con desestabilizar al partido que controla el poder desde finales de 2002.

El mensaje enviado desde Túnez caldeó los ánimos en Taksim y Gazi, donde se concentraban anoche miles de personas. La jornada había transcurrido en tono festivo en el epicentro de las protestas. Grupos de estudiantes cantaban por la mañana viejas canciones de amor de Anatolia. “Le hemos cambiado la letra, en lugar de ‘vete ya de mi lado’, decimos ‘Erdogan, lárgate ya”, explicaba sonriente Çagaz, de 19 años, un alumno de la Facultad de Empresariales del campus de Bilgi de Estambul que declinó facilitar su apellido.

Los indignados de Gezi se han organizado a conciencia junto a la céntrica plaza de Taksim. Gracias a las donaciones de los ciudadanos que les visitan han instalado una biblioteca con ladrillos y tablones, una cantina que reparte bebidas y bocadillos, un centro de información en un viejo minibús… “Vamos a quedarnos y resistiremos hasta que Erdogan rectifique”, aseguraba Çagaz, que se declara políticamente independiente, pero confiesa su simpatía por la oposición socialdemócrata y laica.

Las pintadas de Taksim y Gezi rinden homenaje al ingenio heredado del Mayo francés por estos çapulcu turcos, que —como el legendario “no hay pan para tanto chorizo” de los perroflautas de la Puerta del Sol— también tienen sus lemas inspirados como “no necesitamos gases lacrimógenos, somos gente sentimental”.
"La vida de uno de mis policías es tan importante como la de dos jóvenes"

Erdogan vuelve a Estambul y realiza a su llegada un discurso en el que mantiene su línea dura ante los 'indignados' turcos

EFE Estambul 07/06/2013 07:49 Actualizado: 07/06/2013 09:53 Público

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan (i), y su esposa, Emine, saludan a sus seguidores. EFE/Kerim Okten

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró ante miles de sus seguidores a su regreso a Turquía que las protestas antigubernamentales que han sacudido al país en la última semana deben acabar "de inmediato".

Erdogan se dirigió a una multitud desde un autobús descubierto en el aeropuerto de Estambul, en un discurso también retransmitido en directo por la televisión, mientras que sus seguidores coreaban su nombre y lanzaban gritos de "Dios es grande". Se debe "poner fin de inmediato a manifestaciones que han derivado en vandalismo", advirtió.

"Los así llamados periodistas, artistas y políticos están provocando las protestas", afirmó ante una gran multitud que había acudido al aeropuerto para recibirlo a su vuelta de una gira por el Magreb, en una demostración de fuerza después de una semana de protestas.

"Por menos de 15 árboles se han perdido tres vidas. La vida de uno de mis policías es tan importante como la vida de dos jóvenes", dijo Erdogan en referencia al agente que murió al caer de una zona en construcción mientras perseguía a unos manifestantes en la ciudad sureña de Adana. Dos manifestantes han fallecido durante las protestas y otro se encuentra en estado de muerte cerebral. Dos manifestantes han muerto y otro se encuentra en estado de muerte cerebral

Declaró que se investigará si hubo un uso excesivo de la fuerza, pero, subrayó, "Piden la retirada de la policía. Este no es un lugar donde puedes hacer de todo. La policía está haciendo su deber contra quienes atacan".

Erdogan acusó a los manifestantes de saquear tiendas, destruir propiedades públicas y quemar la bandera turca, así como de tratar de ganar en las calles lo que no podían obtener en las urnas. Las palabras de Erdogan eran jaleadas por sus seguidores con gritos de "Dios es grande, vayamos a aplastar Taksim".

También elogió a sus simpatizantes al afirmar: "Se han comportado con sentido común y calma durante los últimos diez días. Desde aquí nos vamos a nuestras casas y no abandonaremos nunca el sentido común".

Según la televisión NTV, las autoridades prolongaron la apertura del metro hasta la 1.00 GMT, cuatro horas más de lo habitual, para permitir la llegada de sus seguidores.

Lo que comenzó el pasado viernes como una protesta medioambiental por la destrucción de uno de los pocos parques del centro de Estambul ha derivado en una ola de protestas inédita en la última década en Turquía. Aunque el centro de Estambul se mantuvo tranquilo hoy y con un ambiente festivo, se registraron choques en Sultangazi, un barrio muy humilde en la periferia europea de la ciudad, según la cadena NTV.

La policía dispersó con un blindado, cañones de agua a presión y gas lacrimógeno a un centenar de manifestantes que intentaron levantar una barricada para cortar el tráfico de una avenida. Según la misma fuente, uno de los manifestantes ha tenido que ser hospitalizado por el impacto de un bote de humo.

Pingüinos, el símbolo de las protestas en Turquía
Los manifestantes turcos han tomado como símbolo de sus protestas a los pingüinos después que la censura de los medios de comunicaciones reemplazara las informaciones sobre las manifestaciones por documentales sobre pingüinos.

por La Tercera - 07/06/2013 - 14:06

Mientras los medios internacionales cubrían ampliamente las masivas protestas en Turquía que comenzaron por el repudio de la sociedad a la eventual destrucción del parque Gezi y que luego se volcaron en contra del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, la televisora CNN de Turquía emitía un documental sobre pingüinos.

El sábado la cadena CNN turca transmitió un documental en tres partes sobre pingüinos, lo que fue fuertemente rechazado por los manifestantes que decidieron llevar a las concentraciones banderas y camisetas con el ave, para luchar de esa manera contra el silencio y la censura.

Según un reportaje de BBC que denunciaba la censura de la prensa televisiva, CNN Turk -propiedad del grupo mediático Dogan– explicó que comenzó a reportar las manifestaciones una vez que éstas cobraron más fuerza.

En tanto, una crónica periodística de la agencia de noticias EFE que explicaba el rol de las redes sociales durante las manifestaciones sociales reflejaba que ello se debió en parte a la censura de los medios de comunicación.

Según explicó, Merve Alici, diseñadora de publicidad y activista de derechos civiles explicó que "si los canales de televisión y los diarios hubieran reflejado la verdad al menos parcialmente, seguramente los medios sociales se habrían utilizado mucho menos".

"Pero la gente encendía la tele y se encontraba unos pingüinos", denuncia, en referencia a la emisión de los documentales sobre esas aves en el canal CNN Türk, al mismo tiempo en CNN International ya informaba en directo de las protestas turcas.

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